Han pasado años, pero el origen natural y artesano de este producto es el secreto de su sabor intenso, único.
El sabor de un queso se adivina mucho antes de llegar a la boca, en el ritual de disfrutar al máximo de este producto. Los quesos de Flor de Esgueva le deben a su origen ese gusto imposible de imitar que conquista paladares, pero también olfatos y vistas.
Los más curiosos consumidores de queso es posible que ya hayan investigado sobre las raíces remotas que tienen los quesos de Flor de Esgueva, buscando confirmar que es su corazón lo que le convierte en un producto que conquista los sentidos al completo. La historia se remonta años atrás y toma tintes de leyenda.
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Un pequeño pueblo ubicado al este de Valladolid.
En Esguevillas de Esgueva, que forma parte de la comarca Páramos de Esgueva, se localiza el origen tradicional del queso que ahora degustas y disfrutas como Flor de Esgueva en sus diferentes variedades.
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Receta de antaño
Sabios maestros queseros de la zona de Esgueva elaboraron este producto desde tiempos que se pierden en la historia antigua de un lugar con tradición de siglos. Pasó la receta original de generación en generación y la fama del queso se extendió más allá del valle.