¡Y es que no se no se nos ocurre mejor forma de recibir a nuestros invitados que con una bandeja de queso! Pero si lo que queremos es hacer algo más formal y convertir este alimento en el ingrediente principal de nuestra reunión, te vamos a dar las claves para que no te falte de nada.
Lo más importante: seleccionar los mejores quesos
Aunque en otro de nuestros artículos os hablábamos de cómo preparar la tabla de quesos perfecta, esta vez buscamos más libertad y que cada comensal pueda elegir el queso que más le guste, por ejemplo, dividiendo una mesa según el país de origen de cada queso e indicando su procedencia o el nombre de cada una de las variedades con cartelitos.
Lo ideal sería cortar cada queso en cuñas y tener una mezcla variada que incluya quesos de pasta blanda, como pueden ser el camembert o el brie, de corteza más dura, como los quesos curados elaborados con leche de oveja (aquí sin duda nosotros seleccionaríamos cualquiera de la gama de Flor de Esgueva porque nos encanta), algún queso crema untado ya sobre rebanadas de pan y para los amantes de los sabores fuertes, algún queso azul como el gorgonzola.
Lo importante es que mantengas los quesos en la nevera y que los saques entre 15 y 30 minutos antes para que se mantengan a temperatura ambiente justo cuando lleguen tus invitados.
El maridaje
Si hablamos de maridajes con quesos, lo primero que se nos viene a la cabeza es acompañarlos con una copa de vino, pero debes saber que no es la única opción.
También hay quesos que quedan muy bien si los acompañamos de una copa de sidra o de cava, así que, si quieres tener cubierto todas las opciones, ya sabes que además de unas botellas de vino tinto y otras de blanco, tienes muchos más recursos.