Roquefort: un pueblo con sabor a queso

Precisamente este queso recibe su nombre de la localidad francesa donde tiene su origen, Roquefort-sur-Soulzon, situada en la parte baja del Combalou, en Aveyron.  

Hace millones de años, un gran terremoto provocó una gran falla en la zona que dio origen a un valle. La montaña quedó partida en dos y el agua agrandó las cavidades fabricando cuevas, precisamente las culpables de que se creará un termostato natural, perfecto para favorecer la curación del queso roquefort. 

Actualmente, y a pesar de ser un pueblo de menos de 700 habitantes, tiene un gran volumen turístico, gracias en parte a que el filósofo Diderot bautizó al queso roquefort como el “rey de los quesos” y a la industria que mueve, ya que en él trabajan casi mil personas afinando este queso. 

¿Qué podemos visitar en Roquefort?

Si estás pensando en hacer una visita turística a este pequeño pueblo, podrás conocer de primera mano el origen de uno de nuestros quesos azules favoritos, además de ser un icono de la gastronomía francesa.

Y es que se trata de la única región en la que se elabora el queso roquefort, ya que es allí donde pastan las 800.000 ovejas de raza Lacaun, de las cuales se obtiene la leche para su elaboración. Su producción está muy controlada, lo que provoca que sea algo limitada y su precio algo más elevado respecto a otros quesos de leche de oveja. Eso sí, hablamos de unos de los productos con D.O.P (Denominación de Origen Protegida) más antiguos de Francia. 

Además, encontraremos las cuevas subterráneas donde se elabora este tipo de quesos, gracias a las corrientes de humedad, temperatura y aire que se mantienen constantes todo el año, creando el microclima perfecto para favorecer la aparición del hongo penicillium roqueforti, culpable del increíble sabor de este tipo de queso y que le otorga ese característico verde azulado a su pasta. 

Fábrica de Roquefort Société

Si nos tenemos que quedar con una variedad de queso roquefort, nosotros lo tenemos muy claro: Roquefort Société es la empresa más grande dedicada a producir esta variedad, casi un 60% de la producción que encontramos en el mercado es suya.

Por eso, si tenemos que elegir entre visitar una de las cuatro cuevas que podemos encontrar en el pueblo (de las 7 fábricas que elaboran roquefort actualmente), nos decantaríamos seguro por visitar la suya. Aunque se trata de la única en la que debemos pagar entrada (5€ adultos y 3€ niños), realmente merece la pena ya que nos ofrece uno de los recorridos más completos por sus cuevas.

Eso sí, te recomendamos ir bien abrigado porque dentro encontraremos temperaturas de unos 10ºC.

Allí, te mostrarán los secretos de elaboración del queso roquefort en una vista de los más entretenida, su historia e incluso un pequeño museo con toda la información recogida desde su origen.

Unas increíbles cuevas subterráneas donde los quesos reposan desde diciembre a junio. 

Puedes combinar la visita y degustación de los quesos con alguna excursión por la zona. Para lo primero, no necesitas ninguna reserva especial durante casi todo el año, aunque en verano, meses en los que se celebran las vacaciones en Francia, suelen acercarse más turistas a la zona. 

Si te hemos animado a visitar el pueblo de Roquefort con este artículo, esperamos pronto tus comentarios y que nos cuentes toda la experiencia.