Hoy, sin embargo, ¿Cómo puedes ser un maestro quesero? Los profesionales combinan tradición y modernidad.
Para saber cómo ser un maestro quesero de este siglo hay que saber mucho del pasado y de la tradición que envuelve el nacimiento de este alimento natural. Elaborar un queso de calidad es un trabajo artesanal como lo ha sido desde su origen, cuando los pastores fabricaban este alimento.
Cualidades del maestro quesero
El paso a paso para la elaboración de un queso varía en función del tipo de queso que se vaya a hacer y sus propiedades. Con un denominador común para los quesos que, como los Flor de Esgueva, cuentan con historia y tradición, lo que les concede un ritual de preparación exclusivo y artesanal que perdura a través de los siglos. Los maestros queseros al frente de esta elaboración exhiben cualidades profesionales únicas e imprescindibles para esta labor.
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Paciencia
El trabajo de quesero poco se ha impregnado de la velocidad acelerada de muchos otros trabajos más industriales. Como hace años, hoy el queso precisa de paciencia por parte de sus hacedores que deben respetar el tiempo de curación para cada pieza. Las prisas no tienen cabida en la elaboración de un producto tan natural y exquisito como el queso.
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Artesanía
Hacer queso no ha dejado de ser un trabajo manual de artesanía como marcaron los primeros pastores que hacían estos productos en sus cuevas. Cualquier maestro quesero del siglo XXI confirma sentirse y ser un artesano con todo lo que ello significa y supone: trabajo manual o con herramientas manuales realizado con destreza y habilidad única para el quehacer que se desarrolla, en ese caso, el queso.
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Respeto por la tradición
Los pastores que empezaron elaborando quesos lo hacían con la leche cruda de sus ovejas, observaban cada día la evolución de sus productos. Los maestros queseros de este siglo respetan la tradición sin cambios y sin imponer modificaciones a la receta original de los diferentes quesos con historia ni al ritual de elaboración. Procurando cumplir en los procesos actuales con todas las condiciones de antaño.
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Dedicación
Los quesos se voltean a mano, se cepillan y se les da una capa de aceite con exclusiva e individual dedicación que ofrece el maestro quesero a cada una de sus piezas. Así se consigue un queso curado como el Flor de Esgueva que llega a los consumidores en su punto justo de maduración y máxima expresión de todos sus matices para ser degustado.
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Gusto
No se conoce maestro quesero al que no le guste el queso, es un trabajo que exige amor por el producto que se elabora. Los profesionales aseguran que esa pasión por el queso se transmite a sus piezas imprimiéndoles un carácter único que el consumidor valora y disfruta en cada cuña de queso que se come.
Innovación en el oficio de quesero
Los maestros queseros de hoy trabajan como los de antes, pero no se mantiene al margen la innovación y las nuevas tecnologías que pueden incluir en sus trabajos artesanos no solo sin desvirtuar la tradición, sino haciendo que el proceso de creación y el resultado final mejoren notablemente el resultado.
El control de calidad, la conservación y el transporte son las tres áreas principales en las que la modernidad ha aportado grandes beneficios a la industria del queso y sus productos. La producción de quesos es capaz de mantener su esencia, pero beneficiándose hoy de los grandes avances.
La formación como maestro quesero es posible a día de hoy en diferentes puntos de la geografía española. En este tipo de cursos de aprendizaje, especialización y máster los alumnos conocen la tradición y se familiarizan con las herramientas tecnológicas que hacen el trabajo de artesano del queso aún más interesante e intenso.
España es un país con una profunda tradición en quesos de calidad donde destaca el queso curado. Las empresas del sector apuestan por mantener siempre el buen hacer transmitido de generación en generación entre maestros queseros de una misma familia, sin dejar de lado la innovación que se adapta con precisión y sin afectar a la esencia de sus productos artesanos.