Si eres un amante del queso, y más concretamente de los quesos italianos, es probable que la mozzarella esté muy presente en tus recetas.
La mozzarella se ha convertido en uno de los quesos más internacionales, utilizándose para preparar tanto platos fríos como calientes.
Este queso, considerado para algunos como “El tesoro de Italia” gracias a Galbani, la marca número 1 en Italia.
En este artículo conocerás todos los secretos de uno de nuestros quesos favoritos. ¿Comenzamos?
Diferenciar mozzarella de vaca y de búfala
La mozzarella de vaca y la de búfala pueden confundirse fácilmente a simple vista, pero hay una gran diferencia entre ambas. Cada una se elabora con un tipo de leche diferente.
La mozzarella de búfala tiene más propiedades que la mozzarella de vaca, y además resulta más cremosa y con un punto más de calidad.
En cuanto al sabor, la mozzarella de vaca tiene un sabor más a leche fresca, mientras que la de búfala tiene un sabor más intenso.
Cómo cortar correctamente la mozzarella
A la hora de cortar la mozzarella fresca, como en el caso de la Mozzarella Galbani, no debemos tener ningún tipo de problema ya que esta nunca se pegará al cuchillo y podremos cortarla con facilidad.
En el caso de la mozzarella semicurada es diferente. Esta puede venir en tacos grandes y, al no tener nada de agua, es más seca. Para cortarla más cómodamente, debemos meter el cuchillo en agua caliente.
Esta mozzarella es la que suele rallarse para utilizarse a la hora de elaborar una pizza o para gratinar tus mejores platos de pasta.
¡Truco! Si quieres usar la mozzarella fresca para tus recetas de pizza, lo mejor es retirar toda el agua posible de la mozzarella antes de echarla en la pizza y que no se nos moje demasiado la masa.
Cuándo añadir la mozzarella a la pasta
Es muy habitual consumir la mozzarella en frío, como puede ser en la famosa ensalada caprese italiana, que nos trae los mejores sabores del mediterráneo en un solo plato.
Para añadir la mozzarella a platos de pasta caliente, es recomendable añadirla una vez esté la pasta preparada, para evitar que ésta se derrita y pierda sus propiedades.
A la hora de emplatar, añade la pasta sobre tu plato y coloca sobre ella la mozzarella y el resto de ingredientes fríos.