Guerra en el mantel: ¿Queso fresco o queso tierno?

Poner en comparación las características que definen el queso tierno o el queso fresco puede ayudarnos mucho en la cocina ya que nos facilita la tarea a la hora de experimentar nuevos maridajes o catas e incluso de elaborar un menú u otro para poder aprovechar todo su potencial.

Pero ¿en qué aspectos hay que fijarse para diferenciarlos?

bodegón con productos de El Ventero queso tierno

Queso tierno o queso fresco: Maduración

Como norma general los quesos no madurados, que se pueden consumir nada más terminar el proceso de elaboración, resultan más digestibles. Es el caso del queso fresco aunque es cierto que en esta comparativa la diferencia no es muy amplia, pero el queso tierno tiene un proceso maduración inferior a 21 días.

Queso tierno o queso fresco: Propiedades

Al analizar con cuidado el queso fresco nos encontramos con una pieza suave, sin corteza, con un mayor contenido del suero de la leche, menos grasas saturadas y por tanto menor presencia de calorías y colesterol.

Por el contrario, si ponemos nuestra atención en los quesos tiernos vamos a ver que tienen mayor consistencia al tiempo que siguen teniendo una cantidad importante de contenido acuoso. Sus valores nutricionales son muy completos y mantienen un punto de cremosidad y un sabor suave.

En relación con el punto anterior es importante señalar a modo general cuánto más largo es el proceso de maduración menos proporción de agua y mayor concentración de grasas, calorías, colesterol, nutrientes y sodio habrá.

El Ventero tierno cuenta además con la ventaja de no llevar conservantes lo que lo convierte en una opción muy saludable.

Queso tierno o queso fresco: Caducidad y conservación

La realidad es que tanto el queso fresco como el queso tierno son de consumo rápido, no es recomendable conservarlos durante mucho tiempo ya que caducan relativamente rápido. Algo que sucede principalmente en el caso de los quesos frescos. plato de queso fresco con tomates cherry

Queso tierno o queso fresco: Versatilidad

Si en esta comparativa encontramos un elemento en común entre ambos quesos es la versatilidad que ofrecen. En ningún caso estamos en presencia de quesos excesivamente intensos, lo que nos ofrece un amplio abanico de posibilidades para comer, cocinar y disfrutar con ellos. Ya hablemos de queso tierno o queso fresco, ambos son ideales para utilizar en entrantes o en platos en los que queremos dar un papel de acompañamiento. Son el complemento perfecto en ensaladas, tapas, pastas e incluso combinados con verduras. No hay límites que restrinjan su uso. Dado que al ser ligeros dan mucho juego puedes probar a combinar uno u otro en tus recetas y sorprender a tu familia con pequeñas variaciones. ¿Has probado ya la receta de berenjenas rellenas de queso tierno bajo en sal? Es una opción perfecta para probar.