Poner en comparación las características que definen el queso tierno o el queso fresco puede ayudarnos mucho en la cocina ya que nos facilita la tarea a la hora de experimentar nuevos maridajes o catas e incluso de elaborar un menú u otro para poder aprovechar todo su potencial.
Pero ¿en qué aspectos hay que fijarse para diferenciarlos?
Queso tierno o queso fresco: Maduración
Como norma general los quesos no madurados, que se pueden consumir nada más terminar el proceso de elaboración, resultan más digestibles. Es el caso del queso fresco aunque es cierto que en esta comparativa la diferencia no es muy amplia, pero el queso tierno tiene un proceso maduración inferior a 21 días.
Queso tierno o queso fresco: Propiedades
Al analizar con cuidado el queso fresco nos encontramos con una pieza suave, sin corteza, con un mayor contenido del suero de la leche, menos grasas saturadas y por tanto menor presencia de calorías y colesterol.
Por el contrario, si ponemos nuestra atención en los quesos tiernos vamos a ver que tienen mayor consistencia al tiempo que siguen teniendo una cantidad importante de contenido acuoso. Sus valores nutricionales son muy completos y mantienen un punto de cremosidad y un sabor suave.
En relación con el punto anterior es importante señalar a modo general cuánto más largo es el proceso de maduración menos proporción de agua y mayor concentración de grasas, calorías, colesterol, nutrientes y sodio habrá.
El Ventero tierno cuenta además con la ventaja de no llevar conservantes lo que lo convierte en una opción muy saludable.