Profundizamos un poco más en este vínculo para disfrutar y potenciar al máximo todos los aspectos que nos ofrecen los quesos Flor de Esgueva: Viejo y Carácter
Maridaje con queso: Flor de Esgueva Viejo
Flor de Esgueva Viejo es elaborado con leche cruda de oveja. Tras un mínimo de siete meses de maduración en corteza podemos ver como estimula nuestro sentido del olfato con matices dulces y a cereales.
Tiene una textura mantecosa a la par que un sabor potente y amable lo que nos permite elegir un vino con aroma a frutos rojos y a panadería como el vino de la Denominación de Origen Ribera de Duero, un tempranillo. Una opción que refuerza el sabor de este queso ya que se complementan de manera natural y con gracia
Aunque no es muy conocida, una buena opción para el aperitivo es acompañar Flor de Esgueva con una copa de amontillado u de oloroso. Su aroma a miel y a frutos secos se une a la perfección con la potencia de este queso.
Por el contrario, si decidimos unirlo al vino blanco ya sea crianza o fermentado en barrica su acidez sirve para fomentar el sabor del queso y a la par para suavizar el paso de este queso maduro y graso.
En última instancia si optamos por la vía más clásica y el maridaje de este queso lo hacemos con un vino tinto crianza o con un reserva lo ideal es unirlos al tomar el queso como postre. Podemos escoger un vino con Denominación de Origen, Ribera del Duero, un detalle hacia la procedencia de ambos productos y con el que conseguiremos casar este queso con un tinto recio y de taninos amables.
Maridaje con queso: Flor de Esgueva Carácter
Si vamos a probar este queso de leche cruda de oveja, todo lo que podamos conocer de él nos va a ayudar para combinarlo con éxito. El queso Flor de Esgueva Carácter tiene un proceso de maduración superior a los nueve meses. Ofrece además toques de frutos secos y tostadas, y tiene una textura seca, dura y compacta.
Su corteza no es comestible, tiene un color pajizo y se quiebra fácilmente al corte. En boca tiene un punto que deja un retrogusto duradero, es perfecto para maridarlo, por ejemplo, con un vino, D.O. Toro. Su fuerte personalidad y sus semejanzas con este queso hace que se fortalezcan mutuamente y que formen un tándem perfecto.