El queso fresco se opone al curado porque no pasa por la fase de maduración, pero eso no está reñido ni con la riqueza de sabores ni con la variedad de texturas ni con la calidad. Si tienes un queso curado predilecto y sabes que no todos los tiernos son iguales ¿Por qué no aplicas esa misma regla a los frescos? Descubre qué puede diferenciar a unos de otros.
¿Qué es un queso fresco?
La elaboración de todo tipo de queso, ese proceso que transforma la leche recién ordeñada en un delicioso manjar que llega a tu mesa en cualquier momento del día, es básicamente el mismo en todos los tipos. Los frescos, los tiernos, los curados y hasta los añejos.
El queso fresco, sin embargo, se salta el último paso de elaboración del queso. No precisa de maduración ni curación. Los frescos llegan directamente a tu nevera después de ser cuajados, no reciben tratamiento de secado ni desuerado. Lo que explica que cuando los consumes aún conservan gran parte de líquido –suero- en el que se conservan por un breve periodo de tiempo hasta su consumo.
Características del queso fresco
Hay un conjunto de características que definen a todos los quesos frescos, pero que además pueden marcar la diferencia entre unos y otros. Presta atención si quieres encontrar tu queso fresco preferido.
- Apariencia: blanca o muy blanca, no presenta tonos amarillentos.
- Textura: presenta un tacto suave al paladar, no es firme ni rotundo.
- Conservación: exige frío –entre 1 y 4 grados centígrados- para su correcta conservación. La temperatura de conservación del queso siempre difiere de la de consumo, también en el queso fresco.
- Duración: el queso fresco es el más perecedero de los quesos, siempre se recomienda no consumirlo más allá de 48 horas después de su apertura.
- Sabor: la gran cantidad de humedad y suero que caracteriza al queso fresco en general hace que su sabor sea muy ligero, pero puede presentar cierto grado de acidez.
Flor de Esgueva fresco
El queso fresco artesano de Flor de Esgueva es un ejemplo de cómo un queso fresco puede no ser igual a todos los demás y conquistarte con su personalidad única. Especialmente si eres fan del universo Flor de Esgueva, este fresco te va a gustar.
5 diferencias hacen del fresco de Flor de Esgueva un queso exclusivo para paladares inquietos. No en vano, ha sido premiado con el Galardón de Oro en la edición de los Premios Cincho de 2016, dentro de la categoría Quesos Frescos de Coagulación Enzimática y es una de las 140 piezas seleccionadas en la “Guía de quesos del supermercado: Los Superquesos” realizada por Isaac Fernández Savisens y Laura Martí Subirà.
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Elaboración
El queso fresco de Flor de Esgueva sigue la receta tradicional y artesana de los maestros queseros de la casa Flor de Esgueva.
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Materia prima
Abundan en el mercado los quesos frescos de leche de vaca, hay algunos que también incorporan la de cabra. Como diferencia crucial el fresco de Flor de Esgueva es 100 por 100 leche fresca de oveja.
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Presentación
Aunque puedes encontrar este queso al corte en los mostradores especializados de tu tienda o supermercado, también puedes elegir el fresco Flor de Esgueva en su presentación en tarrina que asegura una perfecta conservación de todas sus propiedades hasta que lo consumas. Una presentación además de cómoda, óptima para un queso fresco.
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Sabor
Una cata de fresco Flor de Esgueva es la mejor forma de degustar que existen diferentes sabores dentro de los frescos. El modo de elaboración y la leche de oveja confieren a este queso una personalidad única que no pasa desapercibida a ningún paladar, es un queso sabroso que nunca calificarás como soso.
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Textura
No son pocos los consumidores de queso fresco que reconocen que la textura demasiado húmeda, fresca y suave de esta gama quesera es lo que menos les gusta. En este sentido Flor de Esgueva ha logrado una textura más consistente, agradable y menos húmeda especialmente adecuada para estos comensales que prefieren quesos más firmes.
La demanda de los consumidores hace que los productores –incluidos los de queso- se esfuercen al máximo por atender sus necesidades y gustos, apostando por la innovación. El caso del queso fresco Flor de Esgueva es un ejemplo práctico que demuestra que siempre es posible aportar exclusividad y personalidad a una gama o tipo de quesos, haciendo crecer la oferta para disfrute del consumidor.