Nuestros ancestros observaron que la leche ordeñada de los animales y guardada en los estómagos de los rumiantes se cuajaba y al solidificar, podía conservarse durante más tiempo. De este hecho aparentemente esporádico nacieron los primeros quesos.
Desde entonces hasta ahora, siglos de mejoras, de refinamiento, de conocimiento de los procesos etcétera han convertido al queso en un producto adorado y venerado en todo el mundo. Un producto del que se conocen al menos 2000 variedades a lo largo y ancho del mundo, a cada cual más exquisito y diferente.
Gouda, roquefort, parmesano, mozzarella… son algunos de los quesos más conocidos en el mundo. Pero ¿sabes cuáles son los quesos más extraños que se han producido jamás? ¡No te pierdas nuestro listado de los 8 quesos que no te dejarán indiferente!
Casu Marzu
Este queso elaborado en la isla de Cerdeña (Italia) se traduce literalmente como “Queso podrido”. Definitivamente uno de los quesos más extraños que conocemos ya que contiene en su interior larvas que se amontonan y que contribuyen a la fermentación y putrefacción de la pasta del queso.
Aunque parezca extraño, este queso es una de las delicias más apreciadas en Italia y en otros lugares. Si te van las emociones fuertes y quieres probar este extraño queso, recuerda que debes comerlo sólo si las larvas están vivas. De lo contrario se considera como insano. ¿Te atreves?
Queso airag de yegua
El queso de yegua es uno de los quesos más extraños que podemos encontrar en Mongolia. Se elabora con leche fermentada de este animal, al que sólo se puede ordeñar cuando está alimentando a sus crías. El resultado es un queso fresco, semiblando y sin corteza y su sabor es ligeramente alcohólico y dulce.
Además, este queso tiene la ventaja de que genera menos intolerancias digestivas que los quesos elaborados con leche de vaca.
Queso pule de burra
Es uno de los quesos con más demanda del mundo y sólo se produce en Serbia. Se ha convertido en uno de los más caros del mundo por su escasez, ya que las hembras de este animal producen una cantidad muy escasa de leche. Un trozo de este queso puede llegar a costar hasta 60€. Entre sus características encontramos que es un queso especialmente suave y dulce.
Queso époisses
Este queso de procedencia francesa tiene el olor más desagradable y molesto del mundo y aun así es considerado como una delicia francesa. Los primeros de estos quesos fueron elaborados por los monjes de la Abadía de Cietaux en el siglo XVI y era uno de los quesos preferidos de Napoleón.
En su elaboración, la leche de vaca es sometida a un proceso de putrefacción hasta formar el queso. Posteriormente se lava el queso con agua y sal y se guarda en un lugar con elevada humedad. A los 30 días, se lava con aguardiente de Borgoña y agua de lluvia dos o tres veces por semana.
El resultado es un queso con un olor tan agresivo y penetrante que durante años estuvo prohibido su transporte en el servicio público francés.
Milbenkäse
¿Sabes qué hace a este queso producido en Alemania tan especial? ¡Es el resultado de un proceso de maduración con ácaros! Estos ácaros secretan una enzima que tiñe el queso de un color amarillento en unos meses, luego pasa a rojo y en un año aun tono oscuro.
Se cree que quienes consumen este queso curarán su alergia a los ácaros del polvo.